Después de un breve pero pintoresco paseo por la playa en nuestro propio Hraunlandarif, dejamos el amplio océano a nuestra derecha y las hermosas montañas a nuestra izquierda y nos adentramos en un paisaje completamente nuevo en el antiguo campo de lava de Búðarhraun. Llevamos a nuestros caballos por el sendero marcado con piedras por el que los islandeses han recorrido durante 1200 años, y pasamos por la cueva en forma de tubo de lava de Búðarhellir, donde tendremos la oportunidad de descansar y explorar.
Después, el viaje nos lleva a Búðir y pasar por su famosa iglesia negra, antes de entrar en la playa más larga de Islandia y una de las playas para montar a caballo más populares del planeta, llamada Löngufjörur.
Tras un tiempo pedaleando, echamos un último vistazo a la belleza palpitante del Atlántico Norte antes de volver a casa junto a las florecientes raíces montañosas de Breiðavík.
No se necesita experiencia de conducción para unirse a nosotros en este recorrido. Sin embargo, necesitamos un nivel general de aptitud física y confianza con los caballos, ya que tenemos que montarlos y desmontarlos varias veces durante este viaje.
Viajamos a una velocidad media o rápida, según los miembros del grupo que asistan. La edad mínima es de 13 años. La duración total de este recorrido es de 4 a 5 horas.
Es mejor usar ropa cómoda y abrigada que no sea resbaladiza y que no emita un crujido.
Los caballos son animales vivos con voluntad propia y, por lo tanto, debes entender que siempre hay algún riesgo al montar a caballo.